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Entre tantos productos en el mercado, encontrar el ideal puede ser muy confuso y estresante.
Primero que nada, dejemos algo muy en claro: el cuidado de la piel jamás debería de estresarte. Si nunca has sabido cuál es la diferencia entre un suero y un aceite, no te preocupes, no eres la única.
Okay cool, pero ¿Qué es un suero y qué es un aceite?
Los sueros son una sustancia súper concentrada de ingredientes activos que combaten necesidades específicas como la deshidratación, el envejecimiento, e incluso el tamaño de los poros y el acné. Pueden ser acuosos, gelosos o aceitosos (aquí es donde se pone confuso).
Los aceites hidratan y nutren la piel, dejándola radiante. Muchos los prefieren sobre las cremas, pues se absorben con mayor facilidad y pueden ser usados por cualquier persona. Sí, hasta aquellos que sufren de acné y piel grasosa.
Entonces, ¿cuál es la diferencia?
1. En su mayoría, los sueros son a base de agua y los aceites como lo dice tu nombre es a base de aceite.
2. El suero tiene un peso molecular pequeño, permitiéndole penetrar profundamente a través de las capas de la piel para reparar e hidratar.
3. El aceite trabaja con la epidermis, es lipófilo (le gusta la grasita) por lo tanto se absorben mejor por la capa grasa de la piel, manteniéndola hidratada todo el día.
¿Cómo se usan?
La regla de oro para aplicar productos de belleza es: de más ligero a más pesado, el suero va después de lavar y tonificar la cara pero antes del hidratante, mientras que el aceite va después del suero.
Ojo: existen sueros y aceites que se pueden usar día y noche, otros por la mañana y algunos solo antes de dormir, pero esa es otra historia.