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Es normal que entre toda la variedad de productos que utilizamos diariamente, de repente se nos vaya la onda de cuánta cantidad deberíamos ponernos, o de plano, que no lo sepamos. No te preocupes, hoy te voy a ayudar para que seas expert@.
Es importante dejar claro que no todos tenemos el mismo tamaño de cara o las mismas necesidades de piel, por lo que no existe en sí una cantidad determinada al pie de la letra, pero sí se ha llegado a estandarizar un aproximado. ¿Va? Empecemos.
Vamos por pasos:
La cantidad correcta es la de una moneda de 1 peso. Si usas más de eso, lamento decirte que estás desperdiciando tu producto y dinero. Recuerda que no por usar más, va a limpiar más.
Al ser completamente líquido, resulta un poco más difícil de medir, pero no imposible. Visualiza que haces un “pocito” con tu mano, en el fondo el líquido no se debe de ver más grande que una moneda de 1 peso, esa es la cantidad correcta. Aplicalo a golpecitos para que penetre mejor.
Siempre he creído que el serum al tener gotero tiene una ventaja superior al momento de administrarlo, aunque la cantidad varía dependiendo de las necesidades de tu piel. Unas cuantas gotitas localizadas serán suficientes. Si no te quieres pasar, imagínate que esas gotitas juntas deberían ser del tamaño de un grano de café, easy peasy lemon squeezy.
Igual que el serum, las cantidades en las cremas/geles hidratantes pueden variar, dependiendo de las necesidades de tu piel. Esta variación va de unas unas gotas hasta una cantidad del tamaño de un chícharo.
¿Recuerdas la frase de menos es más? Aquí también aplica. Imaginate un chícharo, ahora partelo a la mitad. Con eso te debería alcanzar para tus dos ojitos.
Solo en caso que lo hayas olvidado, te quiero recordar que si hay un producto para el cuidado de la piel que jamás debe de faltar, en cualquier momento del día (o del año), es el protector solar. Para el protector, se calculan 2 miligramos por centímetro cuadrado de piel. Por ejemplo, para la cara, no sería menos de una cucharada de té. Y por si tenías dudas, para las partes expuestas del cuerpo se calcula una onza diaria. ¡No olvides re-aplicar cada dos horas!
Conocer estas cantidades no solo nos ayudarán a economizar y administrar nuestros productos, si no a aprovecharlos al máximo.
¿Tienes alguna duda sobre otro? ¡Déjanos un comentario!