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Hoy en día, pareciera que todos tienen la piel sensible, y mientras hay algunas personas que aman decirlo solo para hacerse interesantes (si pasa), la realidad es que todos sufrimos de sensibilidad en algún punto de nuestras vidas. La contaminación, el estrés y la ignorancia acerca de los ingredientes en los productos de belleza son algunas de las razones detrás. Y ahora que la primavera ha llegado, es posible que todo empeore.
Pero por otro lado, están la personas que realmente sufren de sensibilidad constante y de condiciones como el eczema, la rosácea, así como el enrojecimiento y la resequedad extrema causada por alergias o medicamentos. Sabemos que puede ser muy confuso pero ¿Cómo identificamos realmente si tienes la piel sensible o es solo una fase? no te preocupes, nosotros te decimos:
Tu piel se encargará de hacérselo saber a través de cómo reaccionas a ciertas sustancias. En realidad, la piel sensible es un síntoma y no una enfermedad, por lo tanto no es algo que se pueda diagnosticar ni comprobar fácilmente.
Si sospechas que tienes piel sensible, antes de comprar un producto, investígalo a fondo y si puedes obtener una muestra, haz una prueba sobre tu brazo para ver qué tal reaccionan a él. Acuérdate que más vale prevenir que lamentar.
Presiona tus mejillas con una presión media. Si notas que se ponen rojizas o queda una marca que no desaparece inmediatamente, puede ser que tu piel sea sensible. Así mismo, fíjate cómo interactúa con los diferentes tipos de clima.
Es normal que la piel se reseque un poco al estar expuesta al frío y más grasosa con el calor, pero si el cambio es muy drástico, puede que sí tengas piel sensible.
Mi piel reaccionó mal a un producto, ¿qué hago? Lo mejor que puedes hacer en estos casos es acudir a tu dermatólogo, pero si aún no te sientes lista para hacerlo, existen dos cosas que puedes hacer para comprobar que sea una reacción que requiera atención.
Enfócate en investigar solamente acerca de tu tipo de piel y no utilices productos que no están hechos para ti. Hay muchísima información que te puede ayudar a entender tu piel, y sinceramente, es muy fácil saberlo, pues tienes la evidencia de primera mano y no hay nadie mejor que tú para saber qué te funciona mejor.
Regresa a los básicos y enfócate en utilizar productos suaves, libres de detergentes, fragancias y alcoholes.
Para comenzar, una buena rutina para piel sensible incluye un limpiador e hidratante adecuados. Después, puedes ir integrando gradualmente otros productos más específicos como un tónico o suero.
Te compartimos nuestros favoritos:
1. Limpiador: Relief Moisture Cleansing Foam
2. Tónico: Centella Water Alcohol-Free Toner
3. Suero: Green Tea Seed Serum
4. Hidratante: Honey Cream