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Los productos de belleza coreanos son casi todos muy fáciles de usar, pero hay una cosita que sigue siendo un misterio para los que no hablamos el idioma: leer las etiquetas. Y aunque la mayoría de los productos son re-etiquetados en español al llegar a nuestro país, hay una cosa súper importante que queda lost in translation: la fecha de caducidad.
Y de verdad, es normal que no lo entiendas, porque para empezar, las escriben diferente que en occidente. Pero por eso estoy aquí, para enseñarte cómo funcionan.
Ahora sí, vamos al grano. Los productos coreanos normalmente vienen acompañados por dos tipos de fechas, la primera es fecha de caducidad (까지) y la segunda es la fecha de fabricación (제조). Otra cosa que también puede resultar confusa es la forma de leer las fechas, en Corea el formato es AAAA / MM / DD, y en ocasiones el año se puede abreviar, por ejemplo AA / MM / DD:
Repasemos junt@s:
제조20151109 significa que tu producto se fabricó el 09 de noviembre del 2015.
20200813까지 significa que tu producto caduca el 13 de agosto del 2020.
Aquí dos ejemplos de productos con fecha de expiración que tengo en casa:
En ocasiones, los productos no tienen las dos fechas y eso podría parecer aún más confuso, pero no te preocupes, hay otro símbolo que entra a la ecuación y estoy segura que has visto:
Si no te suena, te cuento un poco más. Estos dibujitos señalan el periodo de duración de tus productos de belleza o maquillaje después de ser abiertos, lo cual es bastante útil si solo cuentas con la fecha de fabricación.
Aquí un ejemplo:
¿Qué hago si mi producto no tiene el dibujito o tiene una fecha de fabricación vieja pero nunca se abrió?
Mientras estén cerrados, la vida útil de los productos es de entre 1 y 2 años. Una vez pasado este tiempo, en cuanto los abras se oxidarán pronto y no brindarán los mismos beneficios.
Y para cerrar, ¿qué pasa si no viste nada de esto y usaste un producto caducado?
En primer lugar, y en el más amable de los casos, tu producto perdió totalmente la efectividad y ya no sirve para lo que estaba hecho. En el peor de los casos, un producto caducado puede ser potencialmente dañino para tu piel, ya que al estar tanto tiempo expuesto es probable que haya tenido tiempo de cambiar químicamente e incluso formar bacterias que pueden causar problemas en la piel como irritación y brotes.
Moraleja: más vale checar que lamentar.